Creemos en la Trinidad, que es la doctrina de que Dios es uno, existiendo en tres personas: el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Estas tres personas son distintas pero unidas, coexistiendo en perfecta armonía y trabajando juntas para crear y sostener el mundo.

Reconocemos que, como Dios es el Creador y la fuente de toda vida, existe en tres personas que se entienden completamente y actúan en unidad para llevar a cabo Su plan para la humanidad.

Creemos que la Trinidad es una parte esencial para comprender quién es Dios y Su propósito para nosotros. Al abrazar esta verdad, podemos tener una relación más profunda con el Señor y entender mejor Su voluntad para nuestras vidas.

Creemos en la inspiración divina de la Biblia, que es la verdadera y viva Palabra de Dios.

La Biblia es nuestro estándar para la vida, y su verdad, integridad y relevancia son de suma importancia.

No es solo un libro, sino una guía viva, llena de la sabiduría y dirección de Dios.

A través de las Escrituras, aprendemos sobre el carácter de Dios, cómo vivir, actuar y crecer espiritualmente.

Creemos que al leer y estudiar la Biblia, podemos acercarnos más a Dios y profundizar en nuestra comprensión de Su amor.

Creemos en Jesucristo, el Hijo de Dios. Él es la figura central del cristianismo, la Palabra de Dios hecha carne. Jesús fue enviado por el Padre como el sacrificio perfecto por nuestros pecados, para que pudiéramos tener vida eterna con Él.

Las enseñanzas de Jesús sobre el amor, el perdón, la humildad y el arrepentimiento están en el centro de nuestras creencias.

También creemos en la resurrección de Jesús como evidencia de Su divinidad y como promesa de vida eterna para todos los que creen.

Estamos llamados a seguir a Jesús, a vivir en santidad y a compartir las buenas noticias del evangelio.

Mientras aprendemos a amar y servir a los demás, recordamos el ejemplo de amor y sacrificio de Jesús.

Creemos en la salvación por medio de la fe en Jesucristo.

Creemos que Jesús fue enviado por Dios para salvarnos y darnos vida eterna.

La salvación es posible únicamente a través de la fe en Jesús y el arrepentimiento de nuestros pecados.

Entendemos que somos salvos por gracia, no por nuestras obras.

La Biblia nos enseña que, sin importar los errores que cometamos, el amor y la gracia de Dios siempre están disponibles para nosotros.

Creemos que al aceptar a Jesús como nuestro Señor y Salvador, tenemos la seguridad de la salvación y la promesa de la vida eterna con Dios.

Creemos en la importancia del bautismo. El bautismo simboliza el compromiso de un creyente con Jesús y sus enseñanzas, y es un acto público de confesión de fe en Él.

Creemos que el bautismo es esencial en el discipulado cristiano y que es una hermosa manera de proclamar nuestra lealtad a Jesús.

Es una experiencia sagrada y significativa, y estamos profundamente comprometidos a acompañar a los creyentes en este paso tan importante en su camino de fe.

Al celebrar y honrar el bautismo, proclamamos nuestra fe en Jesús y nuestro deseo de servirle a Él y a los demás.

Creemos en el Espíritu Santo, quien es la tercera persona de la Trinidad.

El Espíritu Santo es el poder unificador entre Dios y la humanidad, y es nuestra fuente de consuelo, guía y fortaleza.

El Espíritu Santo nos ayuda a comprender y valorar la Biblia, y nos capacita para vivir sus enseñanzas en nuestra vida diaria.

Creemos que el Espíritu Santo está siempre con nosotros, guiándonos fielmente en nuestro caminar con Dios.

También creemos que el Espíritu Santo nos da dones como sabiduría, conocimiento, entendimiento, sanidad, milagros, lenguas y profecía, para que podamos ser usados por Dios y compartir Su amor con los demás.

Creemos en la doctrina cristiana de la Iglesia.

Creemos que la Iglesia es una asamblea santa de creyentes, unida en la fe y en el amor.

Nos esforzamos por ser una comunidad de creyentes comprometidos con Jesús, dedicados a servirle a Él y a Su Reino.

Estamos comprometidos a amar a Dios y a los demás, y a ser reconocidos por nuestro amor mutuo.

Creemos que la Iglesia es un cuerpo de creyentes llamados a servir y proclamar el evangelio de Jesucristo a todas las personas.

Con la guía del Espíritu Santo, buscamos ser discípulos fieles de Jesús y vivir conforme a Sus enseñanzas.

Nos esforzamos por vivir nuestra fe a través de acciones llenas de amor y servicio a nuestra comunidad y al mundo.

Creemos en el poder de la oración, tanto individual como congregacional, como una expresión de fe en la obra de Dios en nuestras vidas.

La oración es una parte esencial de la vida cristiana y es el medio por el cual hablamos con Dios y nos comunicamos con Él.

Oramos por guía, fortaleza, sanidad, protección, y por nuestras familias, amigos y comunidad.

A través de la oración, buscamos profundizar nuestro entendimiento de la voluntad de Dios y Sus planes para nuestras vidas.

Orar nos ayuda a acercarnos más a Dios y a comprender mejor cómo podemos servirle.

Cuando oramos, abrimos nuestro corazón a Él, sabiendo que responderá en Su manera y en Su tiempo.

La oración es una forma hermosa y poderosa de comunicarnos con nuestro Padre Celestial y de buscar Su amor y dirección.